La importancia del seguro tiene como origen la solidaridad. Se puede explicar de la siguiente manera: la unión de un grupo de empresarios o personas dedicadas a una determinada actividad común, que identifican dentro de su actividad ciertos riesgos empresariales y personales.
Estas personas se agrupan y aportan a un fondo común (primas) para que de ese fondo se indemnice a aquel empresario o persona que tuvo la manifestación del riesgo, es decir, el siniestro. Los antecedentes de estos hechos se pierden en el tiempo desde los babilonios, pasando por los egipcios, griegos y romanos, donde existieron este tipo de acuerdos con exclusivos fines de mutualidad.
El contrato que recibió por primera vez el nombre de póliza se produjo en la actividad marítima, en Génova, en el siglo 13 de nuestra era. Estuvo a cargo de un corredor o agente pero cuando esta industria creció, surgió la necesidad de administraciones de mayor volumen y surgen las aseguradoras (la primera en Hamburgo en 1765) para administrar esta actividad de origen y carácter solidario.